Hoy la entrevista la hago yo, Emilia Zaballos, para compartir con todos vosotros la charla tan distendida que he tenido con mi amiga María José Sánchez Yago, coach, facilitadora, conferenciante y escritora de grandes libros, como “Érase una vez una persona que quería vivir mejor…” y “Érase una vez una persona que quería cambiar sus hábitos”.
Le he hecho esta entrevista para que podáis conocerla aún más, tal y como la conozco yo, que es todo un placer.
Se trata de una empresaria hecha a sí misma que fundó, hace ya 20 años, Creatia Human, una compañía dedicada al asesoramiento a la alta dirección para promover culturas abiertas, flexibles y efectivas que pongan al ser humano en el centro. “Un mundo mejor es posible, y lo construimos entre todos“, me cuenta.
María José es solidaria por convicción y colabora con diversas fundaciones e iniciativas; entre ellas, la Fundación Zaballos y la Asociación Pato Amarillo.
A continuación os comparto una de las entrevistas realizadas más importante para mí:
“Emilia (en adelante, “E”): Ay, querida María José… no sabes la ilusión que me hace poder charlar contigo de esta manera. Estoy muy agradecida de que quieras compartir conmigo este espacio. ¡Tenemos muchas cosas de las que hablar!
María José (en adelante, “MJ”): De eso nada, el placer es mío. Estoy muy emocionada de poder charlar contigo sobre cómo vivir mejor, sobre cómo liderar nuestras vidas…
E: Lo primero que quiero decir es: ¡eres un bicho raro! jajaja. No todo el mundo hace un giro en su carrera profesional en busca de la felicidad, aunque debería ser el objetivo principal.
MJ: Jajaja, eso es cierto. Yo terminé ingeniería de telecomunicaciones con 24 años y, desde entonces, no he parado de trabajar y seguir estudiando, pero siempre dirigiendo mi carrera hacia lo que me hace verdaderamente feliz. Soy licenciada en psicología; tengo másteres en filosofía, humanidades, sostenibilidad, neuropsicología; programas de dirección en el IESE; certificación como consejera por el ICA y un largo etcétera. Desde luego, soy un alma inquieta que se renueva a sí misma y que aspira a que la vida le pille preparada.
E: Has tenido, y tienes, una vida fascinante. A todo eso hay que sumarle que has escrito ya dos libros maravillosos, ¡que se dice pronto!
MJ: Sí, eso es. Estos proyectos me han hecho crecer en todos los sentidos: “Érase una vez una persona que quería vivir mejor…” y “Érase una vez una persona que quería cambiar sus hábitos”. En ellos recojo una mezcla entre la aproximación humanista y la apuesta por sacar lo mejor de cada persona. El objetivo con el que se escriben estos libros es contribuir al bienestar del mayor número de personas, enmarcado dentro del Objetivo 3 ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible), marcado por las Naciones Unidas para el 2030.
E: En nuestra fundación admiramos a las personas como tú, con esa buena actitud. ¡Qué bien que todo se contagia, amiga! Déjame desafiarte con una pregunta. ¡No te pongas nerviosa, que seguro que respondes a la perfección! ¿Crees que se puede vivir mejor?
MJ: Por supuesto que sí… e intuyo que ya lo sabes bien. Fíjate, mi primer libro lo titulé “Érase una vez una persona que quería vivir mejor…”. El título elegido no es casualidad. De una parte, es una invitación a explorar esta posibilidad de vivir mejor. No es una imposición. No es un libro erudito, sino una invitación. En él, lo que hago es compartir la digestión de lo que mis maestros me han ido dando.
E: Y… ¿por qué “vivir mejor” y no “vivir bien” o “ser feliz”?
MJ: Vivir mejor es una aspiración universal, ya lo escribía Aristóteles: “el ser humano tiene anhelo de perfección“. Si te van bien las cosas, quizá en el libro saques alguna idea para que te vaya un poquito mejor. Si no te van tan bien, tal vez identifiques una metodología o algo que aplicar para comenzar la remontada. Eso es liderar tu vida. Por otro lado, para mí, la felicidad es un estado que se construye con muchos momentos anónimos vividos de determinada manera. ¡No me atrevo a meterme en ese territorio!
E: Suena fascinante, María José. ¿Hay algo que te inspiró para escribir este libro del que hablamos?
MJ: Llevó más de 20 años acompañando a directivos en el mundo corporativo a tomar decisiones, a evolucionar, a crecer, a tener buenas conversaciones, a plantearse las cuestiones de verdad relevantes, a encontrar soluciones y, sobre todo, a crear nuevas posibilidades. Esto siempre es importante, en un contexto incierto que se mueve a velocidad de vértigo, todavía más. Este ha sido mi laboratorio para testar lo que comparto en el libro: formas de pensar, sentir y vivir que ayudan a estar mejor. Uno de los privilegios de mi oficio es vivir muchas vidas en una. Es una suerte, Emilia… En un momento determinado pensé que si lo plasmaba en un libro podría ayudar a mucha más gente.
De fondo subyace una creencia muy personal, y es que creo que un mundo mejor es posible. También creo que lo construimos entre todos sacando nuestra mejor versión.
E: Me encanta esa energía y pasión que le pones a todo lo que haces y dices. Viéndolo desde dentro, ¿cómo crees que ha sido la respuesta del público a tu primer libro?
MJ: Sin pensármelo dos veces: maravillosa. Vamos por la segunda edición, rozando los 5.000 ejemplares. Para una novata como yo, es todo un logro. Con que solo ayude a una persona, ya el libro habría tenido sentido escribirlo. Dicho esto, sueño con expandir su mensaje y las herramientas que comparto a millones de personas.
E: He tenido la suerte de leer el libro y ojalá todo el mundo lo hiciera. Es una forma diferente de ver la vida. ¡Cómo inspiras!
MJ: No… esto es cosa de todos. Todos hacemos un trabajo imprescindible en el día a día.
E: El 10 de febrero hiciste la presentación oficial de tu segundo libro en la Fnac de Goya, ¿cómo te sentiste? Para todos los que te vimos, fue un orgullo.
MJ: ¡La presentación fue preciosa! Se tocaba el amor. ¿Te imaginas cómo sería el mundo si aunáramos voluntades y corazones? Eso se vivió en la presentación, ¡fue increíble! Este libro, llamado “Érase una vez una persona que quería cambiar sus hábitos”, es el segundo libro de una saga. ¿Por qué incido sobre ello?, te preguntarás. En el primero exploré cómo aprovechar las posibilidades de nuestra mente, de la tuya y de la mía, para vivir mejor. Una vez conocidos los mecanismos para que sea sostenible, toca implementar nuevos hábitos en nosotros mismos.
E: Suena retador… Mientras lo escribías, ¿tenías en mente algún mensaje especial que quisieras compartir con todos tus lectores?
MJ: Sí, sí. El “yo soy así” queda obsoleto. Tal vez nos hemos venido comportando de determinada manera muchos años, pero tenemos la capacidad de cambiar. En el libro indico un camino a seguir para lograrlo.
E: Próximamente también tendrás una firma de libros preciosa, ¿verdad?
MJ: ¡Sí! Qué nervios… El sábado 27 de mayo de 2023 estaré firmando en la edición 82 de la Feria del Libro de Madrid, en la caseta Oberón (número 235), de 12 a 14 horas. Tengo muchas ganas.
E: ¡Y nosotros de acompañarte! Nadie puede faltar a esta cita porque es un libro que te enseña a vivir de una manera plena e intensa la esencia de cada uno como ser humano.
MJ: No sabes lo que os agradezco el apoyo continuo…
E: ¡No tienes que agradecer nada! El agradecimiento es por nuestra parte por todo lo que haces por nosotros. Por ejemplo, este año para la III Gala de Premios de la Fundación Zaballos has donado 200 libros desinteresadamente, más 100 que ha donado Patricia Betacort, presentadora de televisión y copresentadora con Ana Terradillos y Javier Barroso de la tercera edición de la Gala de los Premios de la Fundación Zaballos, para que todos los asistentes a la gala tuvieran el suyo.
MJ: A mí este tipo de actos me hacen muy feliz, Emilia. Necesito ver cómo la gente es feliz, y así lo seré yo también. Nunca me he perdido una gala vuestra, ni lo haré, porque considero que son necesarias. Todo el mundo debería conocer más profundamente la buena labor que hacéis desde la Fundación.
Antes de acabar esta charla, una pregunta muy personal pero muy importante: ¿qué te mantiene viva?
MJ: Dios. Siempre he sentido su fuerza protectora. Hay quien lo llama vida, universo… no me quedo en las palabras, sino en que tengo la firma creencia de que somos instrumentos al servicio del amor. Eso es lo que me mueve. ¡También te digo una cosa! Siempre desde el disfrute. La vida es un maravilloso regalo; de vez en cuanto nos habla duro, vienen tsunamis… Es ahí cuando la diferencia que marca la diferencia es nuestra capacidad de superar las pruebas que nos manda con más amor que nunca, con serenidad y con poder transformador. Por cierto, creo que es muy sano agradecer algo cada día. Ahora que lo pienso, es una energía que se realimenta. No sé…
Y lo más importante de todo, también, mi familia. Tengo muchísima suerte. La vida me puso un compañero de vida al lado maravilloso. ¡Llevamos ya 28 años juntos! Y cuatro hijos que son buenas personas. Soy la que soy gracias a ellos, que me ponen frente al espejo, me recuerdan la grandeza de cada ser humano. Me zarandean, me hacen sentir que nada es tan importante, que con humildad contribuimos y luego la vida nos sigue enseñando. Y todo esto siempre, siempre, siempre bañado de amor.
Cuando trabajo en el mundo corporativo soy capaz de utilizar un lenguaje de negocio, toma de decisiones, asertividad, resultados o visión estratégica. Todo eso conviene manejarlo con maestría, pero lo diferencial es la altura moral de la persona que está debajo de ese directivo o empresario. Al entrar en esos territorios, el viaje se torna fascinante.
E: ¡Qué buen sabor de boca nos deja esto último! Muchas gracias por tus palabras, María José. Es siempre un placer estar contigo, ya lo sabes.
MJ: Gracias a ti por tu tiempo, Emilia. Mis mejores deseos para tu día, tu semana, tu vida, tu FUNDACIÓN. ¡Gracias, gracias, gracias!”
Emilia Zaballos
Presidenta de la Fundación Zaballos